Dado que las parejas grandes no se reparten con frecuencia, maximizar las oportunidades prometedoras es crucial. Un método para optimizar las oportunidades es apostar 3 veces antes del flop con manos fuertes. Para que quede claro, una apuesta 3 se produce cuando un jugador sube antes del flop, a lo que se responde con otra subida (apuesta 3). Idealmente, este movimiento se ejecuta como una apuesta de valor, lo que implica que nuestra mano debería superar el rango de nuestro oponente que persistiría.
Utilizar eficazmente una estrategia de 3 apuestas nos permite construir botes sustanciales con nuestras manos más poderosas, aumentando así los beneficios pre y post-flop durante un largo periodo de tiempo. Adelantarse al rango del rival, independientemente de si iguala nuestra 3-bet o 4-bet, es beneficioso. Por ejemplo, si estamos en posición media, nos reparten AA en una partida NLH de 1$/$ 2$ y nos suben a 6$, lo normal es responder con una 3-bet, normalmente entre 18$ y 24$. Teniendo en cuenta el rango de nuestro oponente, es probable que AA esté por delante, por lo que construir el bote anticipa un valor adicional. La propensión de los rivales a hacer subidas “flojas” pre-flop aumenta nuestro valor si proceden con manos inferiores cuando se enfrentan a la acción.
Si nuestra 3-bet provoca una retirada, nos aseguramos un bote modesto, que no es el peor resultado. Si provocamos un call o una 4-bet, el bote se intensifica en nuestro beneficio. Ocasionalmente, podemos hacer una 3-bet más alta contra jugadores activos o inexpertos que no tienen en cuenta los conceptos de tamaño de apuesta y rango. Cuando estos jugadores se centran únicamente en sus cartas, debemos aprovecharlo apostando profusamente para extraer continuamente el máximo valor a medida que se desarrolla la mano.
Con AA y KK, maximizar el valor apostando 3 veces es sensato, ya que estas manos a menudo lideran y ganan más botes que el rango del oponente. Sin embargo, navegar por los rangos más bajos de manos iniciales con una estrategia de 3 apuestas puede resultar complicado. Siguen existiendo oportunidades rentables, sobre todo contra rivales desconocidos, pero una mano menos potente justifica menos la estrategia de 3 apuestas. Nuestro objetivo táctico puede diferir; por ejemplo, con QQ, aunque es posible que estemos dispuestos a participar después del flop si un rival persiste después de nuestra apuesta 3, lo ideal sería reclamar el bote inmediatamente.
Conclusión de las 3 apuestas de parejas grandes
Implementar una estrategia de 3-bet pre-flop es vital para cualquier jugador experimentado, especialmente cuando se reparten parejas de gran valor como Ases y Reyes. Buscar valor con manos iniciales tan buenas y, en consecuencia, construir el bote es puramente lógico, ya que con frecuencia lideraremos el rango de continuación del rival. Con parejas más pequeñas, los argumentos para apostar 3 se debilitan, ya que nuestra decisión puede verse influida más por factores externos, y nuestro objetivo también puede cambiar hacia asegurar un pequeño bote mientras estamos preparados para defenderlo en caso de que los rivales lleguen al Flop.
¡Buena suerte en las mesas!